02 octubre 2018

3 cosas que me gustan de ser profesor en Suecia (y 3 que no)



3 cosas que me gustan:

1. El material y las infraestructuras

Este primer punto es quizás el que más sorprende a los profesores extranjeros que nos visitan en Suecia. Tenemos material tecnológico en las aulas (proyectores o cañones) y cada profesor y estudiante reciben  un ordenador portátil para su uso en el instituto y fuera de él. Además los estudiantes disponen de comedor, cafetería, salas de reunión, mesas y sofás, etc. Esta es sin duda una de las cosas que hacen el trabajo más fácil. 

2. Los estudiantes

No es por hacer la pelota, pero la gran mayoría de los estudiantes son realmente buenos. Quieren aprender y tienen una buena actitud. El ambiente en mis clases es muy tranquilo y los estudiantes no suelen ser excesivamente habladores.


3. Los compañeros 

Lo mejor de trabajar en un instituto es el ambiente internacional que se respira con compañeros de otros países que hablan otras lenguas. En mi centro hay profesores de Italia, Chile, Alemania, Irán, Bielorrusia, Finlandia, etc. Además somos cuatro profesores de español de cuatro nacionalidades diferentes y siempre hablamos en español entre nosotros (excepto cuando hay otros profesores en la conversación, entonces hablamos sueco).


3 cosas que no me gustan:

1. Los mensajitos y las notitas

"Cierra la puerta", "pon el lavavajillas", "no calientes pescado en el microondas". A algunos colegas del instituto les encanta dejar notitas por todas partes. Algunas notas son muy profesinales y están imprimidas y plastificadas. ¡Toma ya! Lo del pescado y el microondas es cierto. En mi anterior instituto había una profesora alérgica al olor de pescado cocinado, no tenía problemas con el pescado crudo. 

2. Las reuniones

Si muriera de forma repentina durante un día laborable, habría muchas posibilidades de que muriera en una reunión. No solo son muchas, sino que duran mucho tiempo. Son tediosas, aburridas, innecesarias, y un sinfín de adjetivos más. En general son reuniones protocolarias, que deben hacerse según un calendario de reuniones y en las que se habla mucho y se dice muy poco. Mucho bla, bla bla y poco cha, cha, cha. A menudo hay "fika" en las reuniones, esto es lo mejor. ¿Tú también sufres de fobia a las reuniones?


3. Empezar las clases en agosto

Esto me mata. Siempre paso mis vacaciones de verano en España y tener que dejar Madrid a principios de agosto con 35/40 grados de temperatura para regresar a Suecia y empezar las clases con un tiempo probablemente otoñal, es horrible. Además tengo la sensación de que cada año empezamos antes. Cuando llego me preguntan mis colegas: ¿has tenido un buen verano? Yo me quiero morir y pienso ¡¡¡pero si el verano no ha terminado!!!


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