lunes, 5 de noviembre de 2018

La leyenda de la Calle de la Cabeza

La Calle de la Cabeza, muy próxima a la céntrica plaza de Tirso de Molina (Madrid), esconde una siniestra leyenda que le da nombre. 
Su historia, basada en una leyenda del siglo XVI, tiene por protagonistas a un rico sacerdote y a su criado portugués. Un sirviente, envidioso y acosado por las deudas, que optó por decapitar a su amo y huir a Portugal con todos los bienes del adinerado cura.
El crimen quedó en el olvido y la cabeza del desgraciado sacerdote no apareció. Sin embargo, después de varios años, el sanguinario criado portugués volvió a Madrid, convertido en un respetable caballero. En su regreso a la capital, mientras paseaba por el Rastro, decidió comprar una cabeza de carnero para darse un buen festín. Una vez comprada con el dinero que años antes había robado a su amo, escondió la cabeza bajo su capa y se marchó caminando a su nueva casa.
Tras sus pasos, un alguacil vió un reguero de gotas de sangre que brotaban bajo la capa del caballero portugués y decidió detenerle para descubrir que guardaba bajo sus ropajes. «Llevo la cena, una cabeza de carnero que acabo de comprar en el rastro», le dijo. Con total seguridad, abrió la capa y cuando fue a mostrar la cabeza de carnero que pensaba cenar asada, el antiguo criado dio un respingo al ver que lo que tenía en su mano era la cabeza de su amo. Estaba chorreando sangre fresca como si acabara de decapitar al rico sacerdote al que había matado tiempo atrás. 



El criminal no tuvo más remedio que confesar su crimen y fue ejecutado públicamente en la Plaza Mayor. Tras el casual esclarecimiento del suceso, la calle comenzó a conocerse en Madrid como la de la Cabeza.

Texto: A. Molina publicado en ABC el 20 de enero de 2015. Enlace.

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