lunes, 26 de octubre de 2009

El fantástico, polifacético Chaplin

Asistí ayer tarde a una función que ofrecía La Ópera de Gotemburgo en el teatro de la Ópera de Skövde, (Erik Ugglas Plats) titulada: “Charlie Chaplin Un juego con seriedad”. Una función musical de Leo Cullborg.
A decir verdad fui sin grandes expectativas, más por acompañar a Alicia,una amiga, que me lo pidió, que por otra cosa, pues además Skövde está desde hace días bajo una llovizna constante y cansona que me quita las ganas de salir de mi caracol.
Siempre me ha gustado mucho Chaplin, así que a pesar del montón de trabajo pendiente que tengo, y que no es menos por tener los chicos una“semana vacacional de otoño”, me decidí a acompañarla.
Muchas gracias amiga mía por haberme hecho ir a ver un espectáculo de tanta categoría.
Los artistas, Lars Hjertner, como Chaplin, excelente. Muy buenos también los músicos:
Per Larsson, Kerstin Anderson y Maria Wigander.
La función se lleva a cabo en el barco Queen Elisabeth, que en relidad es el escenario y donde se mueven en no más de unos cuantos metros cuadrados estos cuatro artistas.
Ya Chaplin es famoso pero viaja de incógnito por ser perseguido por personas de gran influencia e importancia como Adolf Hittler, J. Edgar Hoover y Joseph McCarthy.
Comienza Chaplin con el relato del nacimiento de Hittler y hace una graciosa alusión a la semejanza en el físico de ambos. Sólo que tal semejanza termina ahí, ya que Chaplin con su humor y su saber ridiculizar a los de arriba, a los poderosos, a los políticos, se ha ganado el odio de sus enemigos, entre ellos los nombrados anteriormente.
La función representa mano a mano el humor y la seriedad que conlleva toda la producción de Chaplin.
Es admirable cómo Lars Hjertner logra en ese espacio tan reducido efectuar todos los típicos movimientos de Chaplin, cómo se viste y desviste con esa gracia y picardía y además haciendo al publico su cómplice todo el tiempo. Establece contacto con éste desde que aparece en escena, hasta el final.
Como si fuera poco, canta además, muy bien y hasta con acento, varios de los hermosos temas de las películas de Chaplin. No puedo menos que nombrar e incluír aquí el tema de Candilejas, (“Limelight”) tan bonito y además la canción de amor de mis padres.
Candilejas fue escrita, producida y dirigida por Chaplin en 1952, por cierto, la última película que produjo en los Estados Unidos.
Cuánto quisiera que esta función se presentara a los alumnos, estoy segura de que les gustaría mucho y la sabrían apreciar pues además tiene un fondo ético, político y moral, precisamente por ser de Charlie Chaplin.

Texto: María Clara Álvarez


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