Al despertarme esta mañana, puse de inmediato la radio, lo hago muchas veces los fines de semana para no dejar que los pensamientos tristes se apoderen de mí, menos cuando he tenido un buen sueño, uno de esos que te hace sentir bien, uno de esos que quisieras fueran realidad. Me desperté a las seis y pico y como la emisora que siempre escucho es P1, estaban pasando “Naturmorgon”, como todos los sábados. Por cierto un programa bastante especial donde hablan de todo lo habido y por haber entre cielo y tierra, este sábado hablaban de ”permafrosten”…..(la tierra que siempre está congelada).
Me volví a dormir un poco, estaba en ese estado de duermevela cuando me despertó una canción: “…..the time when I´ve been loved…..” y entonces de repente me transporté a mi adolescencia, fue cuestión de segundos, más que todo una sensación, seguida de inmediato por el duro golpe de la realidad. Porque claro que somos y estamos concientes de que, sí, de que el tiempo pasa y nos estamos poniendo viejos, pero a veces se convierte en una de esas frases que se dicen por decir, casi por costumbre a partir de cierta edad : “ hmmm, cómo pasa el tiempo, y el otro, sí, uf, cómo pasa….” Observar que nunca se oye a un niño de cinco años hablar con otro y decir: “hmm cómo pasa el tiempo y el otro, sí es verdad, cómo pasa, qué horror”. Y es cuando dejamos de ver a las personas por un tiempo, cuando nos encontramos con un amigo que no vemos hace años, cuando vemos a los hijos de nuestros compañeros, amigos o parientes que no estamos viendo todos los días, cuando el impacto es fuerte, cuando esas palabras recobran su verdadero significado y sentido, porque en nuestras mentes se guarda el recuerdo, la visión, la foto mental de cuando los vimos por última vez y es ahí cuando nos damos cuenta de que el tiempo nos ha hecho la jugada, cuando de verdad nos damos cuenta de que aunque hayamos congelado el tiempo en nuestras mentes, éste no se ha dejado ni se deja congelar sino que sigue y sigue y sigue y… Qué rápido se nos pasa la vida, de los treinta en adelante, diría yo, tal vez con un margen variable de persona a persona, pero lo que sí creo nos es común a todos es la lentitud del tiempo infantil, de nuestra niñez. Cuando éramos niños todo era una eternidad, la espera del cine, la espera de la fiesta, de los cumpleaños, de la Navidad…de llegar a los quince años…
Lo más triste es que no podemos transmitirle a los chicos esta experiencia y decirles disfruten de la niñez, de la juventud, del ahora, pues el tiempo pasa y ……No, cada generación tiene que experimentarlo en carne propia, es la ley de la vida, hay experiencias que sencillamente no pueden transmitirse, tienen que vivirse. Y ¿qué es la nostalgia? La añoranza de muchas cosas, pero para mí, más que todo, ese tiempo que ya hemos perdido más todo lo que conlleva, y que jamás recuperaremos.
Texto: María Clara Álvarez
2 comentarios:
Totalmente de acuerdo con todo lo que dices. Desde hace unos años experiemnto el vértigo que produce el paso del tiempo. Por ejemplo, cuando me paro a pensar en la antigüedad de algunas de las canciones que escucho me sorprendo que tengan 20 años. Muchos de mis estudiantes eran bebés o no habían nacido.
Què delicadez de canciòn! què siblime, que bella! Hace muchos anos que no la oia y me ha llevado a un cierto estado de nostalgia de la juventud.
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